La familia Araceae comprende unos 100 géneros y más de 3000 especies, incluyendo numerosas plantas muy comunes en cultivo de interior. Son monocotiledóneas, pero tienen hojas muy desarrolladas, con nerviación compleja, algo muy atípico en este grupo. Su floración, aunque aparenta ser una flor, se trata en realidad de una inflorescencia llamada espádice, formado por muchas flores diminutas y acompañado de una espata, la bráctea coloreada que aparenta ser el pétalo. Generalmente ese espádice tiene unas cuantas flores femeninas en la base protegidas por la espata y el resto son flores masculinas.
La mayoría provienen de zonas tropicales de América, pero también se pueden encontrar en zonas cálidas y del viejo mundo. Siempre son plantas herbáceas, generalmente rizomatosas, pero muchas de las tropicales son trepadoras e incluso pueden tener un tallo grueso que se eleva un par de metros. Las de climas más fríos suelen ser pequeñas plantas sin tallo aéreo (acaules) que pasan la época desfavorable (por frío o por sequía) bajo tierra. También se encuentran en esta familia varias plantas flotantes. A continuación vamos a ver características y cuidados de las plantas más cultivadas de la familia Araceae.
Alocasia macrorrhiza (oreja de elefante)
Una planta muy buscada por sus hojas de gran tamaño. Cuenta con numerosos cultivares de hojas gigantes, como ‘Borneo giant’. Se trata de una planta con rizoma muy corto del que salen hijuelos y tallo aéreo que llega a medir hasta cerca de 2m de alto en los ejemplares más viejos. Las hojas, con láminas de hasta casi 2m de largo, solo se encuentran al final del tallo y tienden a ser verticales, con bordes más o menos lisos y nerviación algo marcada. Tienen la espata y el espádice blanquecinos, pero son demasiado pequeñas en comparación al resto de la planta como para que tengan interés ornamental. El resto del género Alocasia tienden a ser plantas más pequeñas, con tallos cortos o sin ellos. Autóctona de las Filipinas o de Taiwán, difícil asegurarlo puesto que llevan muchísimos años e cultivo.
En cuanto a sus cuidados, en exterior prefieren suelos siempre húmedos, temperaturas algo elevadas, y luminosidad dependiendo de la humedad ambiental. Con una humedad ambiental que se mantenga siempre por encima del 80% puede estar a pleno sol, pero si van a estar por debajo, es mejor protegerlas del sol de las horas centrales del día o sufrirán quemaduras. Pero debido a que no soportan bien las heladas, lo más normal es guardarlas en interior al menos durante el invierno, donde necesitarán un sustrato más bien drenante y no pasarnos con los riegos.
Amorphophallus titanum (aro gigante)
Anunciada como «la flor más grande del mundo», en realidad no es una flor sino una inflorescencia, así que no se merece ese título (las furcraeas o los agaves le dan mil vueltas). Aun así, presenta un espádice que puede llegar a medir casi 3m de alto, con una espata coloreada enorme, por lo que es espectacular. Sin duda la inflorescencia de mayor tamaño de toda la familia Araceae, con una espata de color blanco verdoso por fuera y tonos rojizos por dentro y un espádice amarillento con flores indistinguibles. Cuando florece desprende un nauseabundo olor a cadáver para atraer a las moscas, sus principales polinizadoras. Cuando no está en flor (que dura cerca de una semana) ni en letargo, tiene una única hoja compuesta de dimensiones monumentales, que aparenta ser un árbol. Bajo tierra tiene un rizoma corto llamado cormo que consume casi entero en la floración. Por ello solo puede florecer cada 3 o 4 años en condiciones ideales (normalmente tarda más). Endémica de Sumatra.
Se trata de plantas muy delicadas con unos requerimientos muy específicos, pero si le puedes dar las condiciones que necesita, sus cuidados son sencillos. Recomiendo buscarlos en una página web especializada, puesto que ocuparía demasiado describirlos. Voy a hablar solo de las cosas a tener en cuenta: a diferencia del resto de Amorphophallus, esta planta no necesita un periodo de reposo, pero por lo tanto, necesita condiciones tropicales. Si no vives en un clima tropical, tendrás que tenerlo en un invernadero de gran tamaño debido a las dimensiones que alcanza. Simplemente el cormo de una planta adulta puede pesar más de 100kg, súmale a eso el peso de la hoja y del sustrato y te pones en casi una tonelada, por lo que moverla no es trabajo fácil.
Si te interesa mucho esta especie, puedes hacer la prueba. No es difícil encontrar plantas jóvenes por unos 20-50€, y si te sobreviven, ya te plantearás qué hacer con ellas cuando crezcan. Aun así, yo recomiendo cualquier otra especie del género. Muchas tienen un aspecto similar pero tamaños mucho más manejables.
Anthurium andreanum (anturio)
Una planta muy común como planta de interior y para arreglos florales. Su interés son las espatas completamente abiertas de un color rojo vivo y con textura de plástico, de las que sale un espádice amarillo. Las hojas son simples, con los márgenes lisos y de color verde oscuro, muy brillantes. No tienen rizoma pero sí un tallo aéreo, aunque es difícil verlas de buen tamaño ya que suelen morir al poco de comprarlas. Dentro de este género hay numerosas especies buscadas por coleccionistas cuyo interés son sus largas hojas colgantes de varios metros de largo. Autóctona de Colombia y Ecuador.
El cuidado en exterior es complicado ya que el sol directo las quema y no toleran el frío, de ahí que en climas templados solo se cultive como planta de interior. Necesitan un sustrato que retenga en agua pero drene bien y tenga mucha aireación, por lo que un sustrato universal mezclado a partes iguales con uno de orquídeas le puede venir bien. El resto de especies se suelen cultivar en musgo Sphagnum, por lo que puede que también sea una buena opción, pero tiende a ser muy caro. Es importante dejar que el sustrato se seque completamente entre riegos, de lo contrario se le pudrirán las raíces. Si se tiene en una zona fresca en invierno, no hay que regarlo a no ser que se chuchurra, puesto que se pudre con muchísima facilidad, pero lo ideal es tenerlo en un lugar cálido, como una habitación con calefacción, pero no cerca de ella. Necesita estar en un lugar muy luminoso, pero sin sol directo. Si tienes uno y no consigues que florezca, puede ser por uno de estos motivos.
Arum italicum (aro)
Una planta interesante que da color a nuestros jardines en invierno. Tiene un rizoma corto (cormo) que con el tiempo se va dividiendo, formando más plantas. No tiene tallo aéreo, y generalmente tiene solo dos o tres hojas, que aparecen cuando viene el frío en otoño y se secan tras florecer a principios de primavera (antes si les da el sol), hasta el siguiente otoño. Las hojas son triangulares, de color verde oscuro pero con la nerviación muy marcada en color blanco o verde claro. La inflorescencia está formada por una espata blanquecina muy cerrada, con un pequeño espádice amarillento. Tras la floración la espata cae, dejando una bonita espiga de frutos rojos, que normalmente se mantienen incluso cuando las hojas ya se han secado. Nativo de la región mediterránea.
Hay que cultivarlos en exterior, donde toleran temperaturas inferiores a -20ºC. Necesitan una posición bastante sombría para desarrollarse correctamente, aunque aguantan algo de sol (pero al sol en cuanto las temperaturas superen unos 15-20ºC, se secarán las hojas). No son delicadas con el sustrato, siempre y cuando esté siempre húmedo. Toleran incluso suelos algo encharcados.
Colocasia esculenta (colocasia, taro, malanga)
De aspecto similar a las alocasias, pero generalmente de menor tamaño y sin tallo aéreo. Lo que aparenta ser un tallo aéreo se trata en realidad de un pseudotallo formado por las vainas de las hojas. Las hojas tienen los bordes lisos, aunque algo ondulados, y son más redondeadas que las de Alocasia. La especie normal tiene las hojas de color verde claro, pero existen numerosos cultivares de diversos colores. Tienen un rizoma corto (cormo) del que salen numerosos estolones que forman nuevas plantas a cierta distancia, por lo que pueden ser algo invasivas. Tiene una espata muy alargada de color amarillo que en su base forma una vaina verde que protege a las flores femeninas. El espádice es color crema. Tiene un gran área de distribución en Asia, lo que justifica la gran diferencia de resistencia al frío entre sus distintos cultivares.
Aunque se podría cultivar en interior, el interés de estas plantas es el cultivo en exterior. Los cultivares más resistentes al frío, como ‘Pink china’ soportan temperaturas cercanas a los -15ºC. Durante su época de crecimiento necesitan mucha agua y toleran el encharcamiento, pero en las zonas con heladas, una vez se seca la parte aérea, si el suelo no drena bien es fácil que se pudran los cormos. Por lo demás, no son delicadas con el tipo de suelo ni la exposición al sol, aunque agradecen suelos fértiles y algo de sombra.
Lemna minor (lenteja de agua)
La típica planta flotante que «sale sola» cuando compras otras plantas acuáticas. Se solía incluir en su propia familia, pero recientemente se ha añadido a Araceae. Está reducida a un microtallo con un par de hojas y una raíz simple, pero no para de echar hijuelos que tras un par de días se hacen independientes, por lo que es extremadamente invasiva. A diferencia del resto de la familia, no tiene inflorescencias en espádice, simplemente flores simples casi imposibles de ver a simple vista. Se puede encontrar por todo el mundo, pero solo se considera autóctona en partes del hemisferio norte y de África. Su mayor problema es que cubre la superficie de los lagos, acelerando un proceso llamado eutrofización que acaba pudriendo el lago y acabando con toda la vida que hay en él.
En España su cultivo es ilegal por considerarse invasora, y seguramente también en gran parte del mundo. Su única necesidad es tener agua. Puede crecer incluso sobre sustrato si está siempre mojado, pero donde de verdad invade es flotando en el agua, sobre todo si tiene muchos nutrientes. En los estanques es un gran alimento para peces y tortugas, que la mantienen controlada. Su resistencia al frío no está muy clara, pero hasta unos -5ºC pueden aguantar, incluso sobreviviendo a quedar atrapadas en un bloque de hielo. Prefiere estar a pleno sol, pero soporta la sombra.
Philodendron bipinnatifidum (filodendro arbóreo)
Un filodendro de gran tamaño, con un tronco medianamente grueso que puede soportar el peso de sus enormes hojas, aunque acaba cediendo. Las hojas son de gran tamaño, con forma de costillar con los bordes ondulados, de color verde oscuro brillante. No tiene rizoma y normalmente no ramifica. Su tallo carece de crecimiento en grosor, por lo que para sujetar su peso a medida que crece en altura, produce raíces aéreas que sirven de anclajes al suelo o para engancharse al tronco de un árbol y trepar. La espata es bastante pequeña de color verde y rodea todo el espádice, que es blanco. Nativo de Sudamérica.
No soporta bien el frío, cualquier helada le va a quemar las hojas, pero tampoco es una planta que se dé bien en interior. Se puede tener fuera en los meses cálidos y resguardarlo en los fríos, pero lo ideal es no tenerlo si no lo puedes poner en suelo. Necesita que el sustrato se mantenga siempre más o menos húmedo, y le gusta que sea rico y ligeramente básico. Tolera pleno sol (siempre que haya mucha humedad ambiental) y semisombra, pero para que las hojas tengan su color y brillo característicos es mejor la semisombra.
Pistia stratiotes (lechuga de agua)
Otra planta flotante, pero esta sí tiene hojas más desarrolladas (de hasta unos 20cm de largo y 10cm de ancho), un pequeño tallo y raíces complejas. Su aspecto general es el de una lechuga abierta, pero con nerviación radial. Sus inflorescencias son las típicas de la familia Araceae, pero diminutas, con espata y espádice que miden solo un par de milímetros, de color verde. Las hojas son hidrófugas (no se mojan, gracias a los pelillos que las cubren), y esto le permite flotar, utilizando las de abajo a modo de barco. También acumulan algo de aire para flotar, pero menos que otras plantas flotantes. Su forma principal de reproducción son los estolones que produce y se quedan unidos un tiempo. No es tan invasiva como otras plantas flotantes, pero aun así se reproduce a gran velocidad. Se encuentra en casi todas las aguas estancadas tropicales y subtropicales.
Ilegal en España y seguramente en otros muchos países, por considerarse invasora. Necesita tener las raíces dentro del agua y flotar, pero no es delicada con el tipo de agua. Solo es invasiva en aguas con muchos nutrientes. No soporta bien el frío, cualquier helada le quema las hojas. Necesita desarrollarse a pleno sol o semisombra.
Sauromatum venosum (lirio Vudú)
Una planta realmente interesante pero poco cultivada. Podríamos considerarla el paso intermedio entre un aro y un Amorphophallus. Las hojas, que normalmente solo tiene una o dos a la vez, tienen una forma difícil de describir. Son hojas compuestas formadas por una «corona» de foliolos verdes unidos a un peciolo vertical con manchas marrones. La inflorescencia, que aparece antes de las hojas incluso si el cormo no está plantado y desprende un olor pútrido, está formada por una espata muy larga de color granate por fuera y verde con manchas rojas por dentro, que envaina las flores femeninas. El espádice es blanquecino en la parte femenina y granate en la masculina, y es muy largo. Si se poniniza, forma un fruto globoso similar a una mora negra que queda a ras de suelo. Habita zonas tropicales de África y Asia.
Hay que cultivarlo en exterior para que crezca bien. Necesita un sustrato con buen drenaje y a poder ser ácido, pero habrá que mantenerlo siempre húmedo mientras tiene flor u hojas. En otoño, cuando seque la parte aérea, hay que mantenerlo seco, de lo contrario es muy fácil que se pudra el cormo. Si tiene tamaño para florecer, lo hace a principios de primavera. La flor solo dura abierta un día y tras secarse emerge una hoja. Puede echar hasta tres hojas al año, y una vez las seque y entre en letargo, podrá aguantar temperaturas inferiores a -15ºC. Prefiere estar en semisombra, aunque sobrevive en sombra completa.
Zantedeschia aethiopica (cala, lirio de agua, alcatraz)
Una de las plantas más cultivadas en exterior de esta familia. Tiene hojas con la típica forma de la familia Araceae pero algo más alargadas. Sus inflorescencias tienen una espata blanca y un espádice amarillo, y liberan un olor dulce. Presenta numerosos cultivares con hojas más finas y espatas de todos los colores. El cultivar más grande, ‘Hercules’, puede llegar a superar los 2m de alto y echa unas hojas e inflorescencias de gran tamaño. Tiene un rizoma algo más largo que el resto de plantas de la familia, pero carece de tallo aéreo. Lo que aparenta ser un tallo es en realidad un pseudotallo formado por las vainas de las hojas. Solo tiene tallo verdadero al florecer. Originaria de Sudáfrica, aunque se ha naturalizado en muchas partes del mundo.
De cuidados sencillísimos, tolera todo tipo de suelos, desde completamente encharcados hasta muy secos, y puede estar tanto a pleno sol como a sombra completa, aunque prefiere la semisombra. Tolera temperaturas cercanas a los -10ºC, aunque depende del cultivar.
Zamioculcas zamiifolia (zamioculca)
Cultivada sobre todo como planta de interior, es muy diferente al resto de la familia. Sus hojas son compuestas pinnadas, es decir, que lo que aparenta ser un tallo aéreo es en realidad el raquis de la hoja, del que salen los foliolos. Este raquis está muy engrosado para acumular agua. Su verdadero tallo está bajo tierra (aunque puede emerger en ejemplares viejos) y es un rizoma largo relativamente grueso con un aspecto muy curioso. Las inflorescencias tienen una espata verde que inicialmente protege al espádice y luego se curva hacia atrás, con un espádice blanco compuesto de flores claramente visibles, bastante grandes para los estándares de la familia. El interés principal de esta planta es el color verde oscuro y el brillo de sus hojas. Existe un cultivar con las hojas negras. Una curiosidad de esta planta es que se puede reproducir simplemente plantando los foliolos, aunque tarda mucho en brotar. Autóctona de África tropical.
Se trata de una planta muy dura que aguanta lo que le echen, aunque prefiere un sustrato con buen drenaje y una buena luminosidad. En interior puede crecer casi en cualquier parte donde reciba algo de luz, pero lo ideal es colocarla al lado de una ventana, que es donde mejor crece. Si se cultiva en exterior prefiere estar en semisombra, pero depende de lo que queramos. En sombra completa tendrá hojas de más de 1m de largo y de color verde oscuro (aunque no tan brillantes como en interior), mientras que a pleno sol tendrá hojas de poco más de 10cm, de color verde claro y con el raquis extremadamente hinchado. Es importante mencionar que no tolera las heladas.
Otras especies muy conocidas de esta familia son la costilla de Adán (Monstera deliciosa), el poto (Epipremnum aureum) y el espatifilo (Spathyphyllum wallisii), comúnmente cultivadas como plantas de interior. ¿Sabías que todas estas plantas pertenecen a la misma familia? Siempre que veas un espádice protegido por una espata, podrás saber que esa planta pertenece a la familia Araceae.