Las palmeras son unas plantas de excepcional belleza. Su estípite (lo que llamaríamos tronco) crece hacia arriba como si quisiera alcanzar el cielo, y sus preciosas hojas ondean con el viento cada vez que éste sopla entre sus foliolos, incluso sus flores, que se agrupan en inflorescencias muy ramificadas, hacen que el valor ornamental de estos vegetales no haga sino que aumentar.
Lo admito: estoy enamorada de estas plantas. Pero quizás tú también lo estés, o vayas a estarlo pronto. Por eso, en este artículo especial vamos a hablar largo y tendido sobre ellas: sus características, tipos, especies principales, usos,… y más.
¿Cuál es el origen de las palmeras?
Este tipo de plantas empezaron a habitar el planeta Tierra hace aproximadamente 145 millones de años, durante el Cretácico. Por aquella época, habitaban el planeta unos reptiles enormes: los dinosaurios, los cuales compartían el territorio con los mamíferos placentarios, es decir, con aquellos animales que protegen a sus crías dentro de la placenta hasta que éstas se desarrollan lo suficiente para poder vivir en el exterior, como nosotros los humanos.
La lucha por la supervivencia no debió de resultarles muy fácil a las palmeras, pues muchos dinosaurios se alimentaban básicamente de hierba, como el Supersaurus, el cual llegaba a medir 15 metros de altura. Si tenemos en cuenta que hoy en día la palmera más alta, el Ceroxylon quindiuense que mide unos 60 metros, tiene un crecimiento muy lento (unos 20cm por año cuando es joven), de diez semillas que debían de germinar igual sólo sobrevivía una o dos.
¿Son árboles o hierbas?
A menudo se piensa que hablar de palmeras es hablar de árboles, pero eso es un error. Estas plantas son herbáceas, y eso es algo que podemos ver nada más germinada la semilla: a diferencia de los árboles, que tienen dos cotiledones (dos primeras hojas), las palmeras sólo tienen uno, que es lo que le da el aspecto de hierba de césped. Esto significa que son plantas monocotiledóneas. Pero las diferencias no terminan aquí.
Las monocotiledóneas no presentan un tronco verdadero, ya que no tienen un crecimiento secundario verdadero, de modo que, al cortarlo, no verías los anillos anuales que sí tienen los árboles y el resto de plantas dicotiledóneas. En el caso específico de nuestras protagonistas, el tronco pasa a llamarse estípite o tallo. Además, las hojas presentan nervaduras visibles, que están paralelas.
¿Cuáles son las características de las palmeras?
Las palmeras son un tipo de planta que pertenece a la familia botánica Arecaceae (antes Palmae) distribuidas por todas las regiones templadas y cálidas del mundo. Se conocen unas 3000 especies, y todas ellas (o la mayoría) tienen estas partes:
- Raíces: son superficiales, lo que significa que se desarrollan a pocos centímetros -no más de 60cm- de la superficie del suelo.
- Estípite: puede ser anillado o liso, con los resto de las hojas secas o sin. Hay algunas especies que no tienen o lo tienen muy corto, como la Arenga australasica o la Wallichia densiflora.
- Inflorescencias: si son nuevas, suelen estar protegidas por la espata. Una vez que se abren, pasan a llamarse espádices.
- Capitel: es la parte que une el estípite con las hojas. En el caso de que se cortara, la planta moriría ya que el crecimiento de las hojas surge de él.
- Corona o copa: está compuesta por las hojas o frondes que pueden ser pinnadas o tener forma de abanico.
Principales variedades
Escribir sobre las 3000 especies de palmáceas en un sólo artículo sería imposible, por lo que voy a hablarte sobre las que son más fáciles de conseguir en los viveros y tiendas online.
Areca catechu
La Nuez de Areca o Palmera de Betel, como a veces se le llama, es una palmera monoica -hay pies machos y pies hembras- originaria de Asia y Oceanía. Tiene un ritmo de crecimiento rápido hasta alcanzar los 30 metros de altura. Su tronco se engrosa hasta los 30cm de diámetro, y está coronado por hojas pinnadas de hasta 3m de longitud con foliolos anchos de 2-3cm de color verde oscuro.
Lamentablemente, es muy sensible al frío y a las heladas, y si la cultivas en una zona donde la temperatura en verano sube de los 30ºC tienes que protegerla del sol directo. Sin embargo, puede estar en el interior siempre que esté en una habitación en la que llegue mucha luz procedente de exterior.
Ceroxylon quindiuense
Conocida como la Palmera de cera o la Palma de cera del Quindío, es una planta nativa de los valles andinos del Parque Nacional Natural Los Nevados, localizado en el Valle del Cocora del Departamento del Quindío, en el eje cafetero de Colombia. Es la palmera más alta, pudiendo llegar a los 60m e incluso superarlos. Las hojas son pinnadas, de color verde oscuro por el haz y plateadas o grisáceas por el envés. El tronco es cilíndrico, liso y cubierto de cera.
Debido a su origen, es una especie que sólo puede crecer bien en zonas donde el clima es templado-frío todo el año. La temperatura en su lugar de origen oscila entre los 12 y los 19ºC de media, por lo que en climas calurosos su ritmo de crecimiento se ralentiza bastante (en verano no crece nada si se pasa de los de los 25ºC). Pero soporta bien las heladas de -8ºC.
Chamaedorea elegans
La Palmera de salón o Pacaya es una palmerita dioica (las flores femeninas y masculinas están en un mismo ejemplar) de 2-4m de altura que tiene hojas pinnadas de 40-60cm de longitud. Es originaria de Centroamérica (México, Guatemala y Belice). Se trata de una planta con un único tronco que se vende en macetas con varios plantines (como puedes ver en la imagen superior).
Es una planta de muy fácil cultivo, que puedes tener en maceta decorando el hogar durante muchos, muchos años, incluso durante toda la vida de la planta. Pero si quieres tenerla fuera, debes protegerla del sol directo y de las heladas de menos de -2ºC.
Chamaerops humilis
El Palmito o Margallón es una de las dos palmeras autóctonas de España, concretamente de mi tierra, las Islas Baleares, encontrándose sobretodo en la Sierra de Tramuntana (norte de Mallorca). También crece de forma natural en el norte de África y en el suroeste de Europa.
Se caracteriza por tener múltiples troncos de hasta 3-4 metros de altura los cuales están coronados por hojas en forma de abanico, y por su increíble resistencia a la sequía. Además, soporta el frío de hasta los -7ºC y crece bastante bien en suelos pobres.
Cyrtostachys renda
La Palmera del tallo rojo es una de las favoritas, pero también una de las más delicadas. Es una planta multicaule originaria de Sumatra, que mide 12m de altura y que tiene hojas pinnadas de 2-3m de largo. El estípite es muy delgado, de apenas 15cm de diámetro.
Es muy, muy sensible al frío: temperaturas por debajo de los 10ºC la dañan seriamente. Además, necesita una alta humedad ambiental y estar protegida del sol directo.
Dypsis lutescens
Esta es la palmera que más conocemos como Areca o Areca amarilla, pero no debemos de confundirnos. Otros de los nombres que recibe son Palma de Frutos de Oro, Palmera Bambú o Palma Areca. La Dypsis lutescens es una palmera multicaule -de varios troncos- originaria de Madagascar. Sus hojas son pinnadas, de 2 a 3m de largo, y su tronco es anillado midiendo 4-5m de alto.
Es relativamente fácil de cuidar, ya que resiste bien las heladas débiles de hasta -1ºC siempre que sean puntuales y de corta duración. Esto es muy interesante, ya que al cultivarla dentro de casa no tendremos que preocuparnos demasiado por las corrientes de aire frías que entren cuando abramos la puerta. Eso sí, necesita mucha luz (pero no directa).
Howea forsteriana
La Kentia es una de las palmeras más cultivadas en interior. Es endémica de la Isla Lord Howe, que le da el nombre del género al que pertenece (Howea). Llega a medir unos 15 metros de altura, con un tronco simple y anillado de 13cm de diámetro. Las hojas son pinnadas y largas, de hasta 3m.
Debido a su lento crecimiento y belleza, a menudo se tiene en maceta durante años, tanto dentro de casa como en el patio o jardín en semisombra. Resiste heladas de hasta -5ºC sin sufrir importantes daños.
Phoenix canariensis
Una de las dos palmeras autóctonas de España. La Palmera canaria o Palma canaria es endémica de las Islas Canarias. Sus hojas son pinnadas y llegan a medir 5-6m de largo. El tronco es muy grueso, de hasta 3m de diámetro en su base, y crece hasta alcanzar los 10m de altura. Se planta a menudo en los jardines y parques.
Resiste sin problemas heladas de hasta los -7ºC, de modo que puedes tenerla en el exterior en una zona donde le dé la luz del sol de manera directa.
Phoenix dactylifera
La palmera datilera o támara es una especie de gran importancia económica debido a sus frutos: los dátiles. Se cree originaria del suroeste de Asia, pero hoy en día se ha naturalizado en el norte de África, y casi se podría decir también que en la región mediterránea.
Es una planta multicaule que llega a los 30m de altura cuyo tronco mide de 20 a 50cm de diámetro. Las hojas son pinnadas, de color verde glauco. Por su tamaño, además de por sus frutos, es muy recomendable tenerla en los jardines, ya que soporta la sequía y el frío de hasta los -8ºC.
¿Cómo se cuidan?
Ahora que hemos visto las principales especies, veamos qué cuidados generales requieren. Es importante que, dependiendo de la variedad, puede necesitar unos cuidados un poco diferentes, por eso si tienes dudas pregunta 🙂 :
- Ubicación: por lo general, se tienen que poner en el exterior. La mayoría crece bien a pleno sol, pero hay otras que necesitan protección.
- Suelo o sustrato: tanto si se tienen en maceta como en el jardín es importante que la tierra tenga muy buen drenaje y sea rica en materia orgánica.
- Riego: unas 3 veces por semana en verano, y una o dos a la semana el resto del año.
- Época de plantación o trasplante: en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado.
- Multiplicación: por semillas en primavera o verano, introduciéndolas en una bolsa con cierre hermético con vermiculita y poniéndolas cerca de una fuente de calor (no ha de superar los 30ºC), o bien por separación de vástagos en primavera.
Problemas de las palmeras
Plagas
- Araña roja: deja puntitos o manchitas blancas en el haz de las hojas, y se puede ver una telaraña. Se trata con Abamectina o Dicofol. (Ver ficha).
- Cochinillas: se depositan en las hojas y tallos, haciendo que aparezcan manchas amarillas provocadas por la succión. Se tratan con un insecticida anti-cochinilla.
- Picudo rojo: las larvas de este gorgojo crecen mientras se alimentan dentro del capitel, debilitando cada vez más a la planta. Uno de los primeros síntomas es el desviamiento de la hoja central. También podrás sospechar que tiene si ves las hojas mordidas, fibras que salen del estípite. Se combate con Imidacloprid y Clorpirifos, (un mes uno, y al siguiente el otro) durante la primavera, el verano y el otoño. (Ver ficha).
Enfermedades
- Podredumbre rosa: en los tallos se presentan manchas necróticas. Las hojas más viejas mueren de manera muy rápida, amarilleando primero y secándose después. Se pueden hacer tratamientos preventivos con Triforina.
- Fusariosis: las hojas basales adquieren un tono gris amarillento, hasta que finalmente se seca y la planta muere. Se puede tratar con Benomilo.
- Phytophthora: es el responsable de muchas plantas jóvenes mueran. Las hojas se van secando rápidamente hasta que, el día menos pensado, tiras de ellas hacia arriba y salen con mucha facilidad. Se puede prevenir evitando el encharcamiento y haciendo tratamientos con Fosetil-Al.
¿Para qué sirven?
Para decorar los jardines y patios, claro 🙂 . No, no sólo sirven para eso. Hay muchas especies que producen frutos comestibles, como la Phoenix dactylifera que hemos visto o el Cocos nucifera (cocotero). Las hojas se usan para construir techos en muchas regiones, además de para hacer herramientas de uso doméstico, y también para el trabajo en el campo.
Con la savia, la cual se desprende al cortar las hojas y las inflorescencias de algunas especies, se preparan bebidas, como el vino de palma. De algunos frutos se obtienen aceites, margarina, miel y jabón.
Así pues, se trata de unas plantas de singular belleza que tienen una gran utilidad para el ser humano. ¿Qué te parecen las palmeras?